INACTIVOS ANTES DE LA PANDEMIA
- Influencia Digital
- 28 jul 2020
- 3 Min. de lectura
Inactivos antes de la pandemia; la tecnología ganó la partida
No es lo mismo, pero es casi igual; la inactividad propiciada en México desde hace poco más de cuatro meses como consecuencia de la pandemia del COVID-19, sólo vino a acentuar la que ya se vivía desde hace un par de décadas y con mayor fuerza del 2010 a la fecha, la ocasionada por el abuso en la utilización de la tecnología.
Tempoal no ha sido ajeno a ello y es parte del reflejo perfecto a la frase que en los años 40´s, el científico Albert Einstein enunció: “Tengo temor del día en que la tecnología rebase a la interacción humana”. ¡Sí!, fue el televisor, los celulares, las tablets, las computadoras, los iPod´s, quienes le ganaron la partida al Coronavirus.
A excepción de que muchos han dejado de trabajar o las clases presenciales se han suspendido obligados por el riesgo sanitario, el resto continúa igual: niños y jóvenes con el Free Fire, otros con el TikTok, madres y padres pendientes del Facebook o Instagram.
Si nos vamos en el tiempo, un poco más atrás, aludiendo a una columna de Luis Apperti, colaborador de Milenio y a fin de patentizar si la visión de Einstein era real o no, se puede conocer que el primer teléfono móvil salió al mercado en 1973, el cual requería de 10 horas para cargar la pila y facilitaba una llamada o su uso, para treinta minutos, mientras que esos datos prácticamente están invertidos en la actualidad; se carga una hora y se usa diez.
Para tener una noción más clara de lo rebasada que está la humanidad, hace dos años, en el 2018, el mundo tenía 7700 millones de suscripciones a teléfonos celulares, es decir el mismo número de habitantes que en este 2020 hay sobre la faz de la tierra.
Con regularidad se dice que los niños son el futuro de nuestro país, y más aún, los jóvenes el presente, en ellos están puestas las esperanzas de millones de mexicanos, de nosotros los “chavo rucos” hacia atrás. Esos niños y jóvenes de hoy buscan mejorar el panorama actual y es en esa tónica, cuando la tecnología se puede convertir en el aliado o adversario de unas de las etapas más importantes de todo ser humano.
En relación a datos emitidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) hace un par de años, en nuestro país, 8 de cada diez niños, entre los 6 y 11 años de edad, hacen uso de dispositivos móviles. Luego entonces, es sin duda que la cosmovisión se ha modificado con rapidez y son sobre todo las nuevas generaciones, quienes se encargarán de ser la punta de lanza para hacer frente a los retos de la posteridad, pero… ¿qué tan recomendable es el uso tecnológico en la infancia?, ¿el internet es una salida o una herramienta positiva?.
El recuento hecho, no son sólo cifras, no es estar infestados de los aparatos electrónicos, sino invadidos de contenidos nocivos, del abuso en el uso, de la inactividad generada mucho antes que la pandemia, de la poca y en algunos casos, nula interacción humana.
Aceptar, es el primer paso para recomponer. La tecnología no es mala si se sabe aprovechar, podemos evolucionar con responsabilidad, consultar leyendo, jugar sin apartar las raíces, lo tradicional.
Al principio mencionamos a niños, jóvenes y adultos y dejamos para lo último a nuestros abuelitos. Es tiempo de las añoranzas, de escuchar a nuestra gente de experiencia, recordar “el perrito”, el futbol de barrio, el columpio en el árbol, el juego de la oca, el avión o la patita, el ahorcado o los encantados. Platiquen como dicen muchos, “de las discos cuando eran discos”, de las posaditas, esto es bueno también. Regresemos (y me cuento), un poco a la interacción humana en el hogar…
Aludiendo a un mensaje reciente de mi carnal, el confinamiento interpretado: “En tiempos de crisis, unos lloran y otros venden pañuelos”.

LÁZARO GARCÍA
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