¡CHIVIRI, VIRI, CHIVIRICO!, ¡UH!
- Influencia Digital

- 27 jul 2020
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Amadeo Bustos San Martín
En una época de gran producción cinematográfica en México, denominada de Oro, donde los bailes de salón y orquestas fastuosas dominaban la escena, se hizo famosa la composición de un autor de nombre Ramón Márquez Carrillo, nativo de Guadalajara Jalisco, esta obra fue llamada El Chivirico; es probable que haga alusión a otro famoso interprete de esa época Chivirico Dávila.
La composición El Chivirico, trascendió hasta los bailes populares de tiempos mas recientes con el famoso grupo musical "Los Socios del Ritmo". Chivirico, según la Real Academia Española de la lengua, es una tira de harina horneada y espolvoreada con azúcar, popular en el hermano país de Cuba y que bien podríamos comparar con las empanadas de hojaldre, aquí en México.
Comida tan popular en su consumo que cuando alguien era muy notorio, dicen: "¡...Oye chico, que es lo que pasa, es que eres más famoso que un chivirco…!"
Al escuchar la obra de Ramón Márquez, con cualquiera de sus interpretes, es inevitable pensar en cierto personaje avecindado en esta ciudad de Tempoal a quien por costumbre se la ha llamado “Chivirico". En su decir, es oriundo de Tres Palmas municipio de Tempoal. Sin mencionar su nombre, dice que se apellida Cruz y nació en 1918 -102 años, según comenta-, con cuatro hijos como descendencia; trabajó en el Rastro Viejo con Don Arnulfo Juárez, y ha sido de los primeros molineros del pueblo al trabajar con Don Raúl Zavala, pasando por varios oficios y convirtiéndose después en el voceador y vendedor de periódicos de a pie –el único en el pueblo– que la mayoría conoce, el Tempoalense que ha cargado el mundo sobre cabeza, y bajo su brazo….
¡...El Mundo...! ¡...El Mundo se va a acabar...!; ¡...El Mundo...!, ¡...El Mundo se va a acabar...!,
La frase que se escuchaba cuando era voceador de un periódico llamado así; que llegaba todos los días en derredor de las cuatro de la mañana y "Chivirico" comenzaba a organizar sección por sección hasta integrarlo, para después iniciar el recorrido de costumbre voceando y vendiendo, como lo hace hasta el día de hoy; aunque el mundo cerro sus puertas –literal, se acabo el Mundo–, sigue en el oficio con otros medios de información.
¿Cómo surge el mote de "Chivirico", para tan singular ciudadano? y ¿Por qué?
Rondaban los meses del año 1953. Tempoal, había atravesado una gran época de sequía, las lluvias se habían ausentado años antes y una sensación de hambruna se dejaba sentir entre la población. Ante la falta de trabajo, agua para buenas cosechas y vías de comunicación que permitieran el flujo del comercio adecuado, se hacía imposible, para la gran mayoría de los ciudadanos, sobre todo campesinos, poder comercializar "algo".
–“Había gente que se abolonaba, era impresionante ver como mas de 300 personas, andaban recogiendo debajo de los quebraches, las vainas para tostarlas las semillas y comerlas"; "También buscaban en los ebanales, para con su semilla hacer café y poder tomar por las mañanas", "la gente del campo migraba hacia la ciudad más cercana en busca de oportunidades", según comentan quienes recuerdan esas épocas.
Es con este contexto, como llega un niño de seis años, al pueblo, "chaparrito y panzoncito"; que andaba de casa en casa para ver que favor hacer, qué banqueta barrer o simplemente para buscar cobijo, bajo la puerta o venta de algún comercio, con la finalidad de obtener un dinerito para subsistir.
Uno de aquellos días; como de costumbre, en la tienda de Don Chencho Sánchez; estando ahí sentados, platicando Don Cesar Azuara y otro Tempoalense conocido como Lupe "La Vaca”, –entre charla y charla, acostumbraban a estar dando traguitos al aguardiente y ya a media jarra, les daba por oír música, en un radio grandote como los de ése tiempo–. Entró aquel niño y empezó a escucharse la melodía "el chivirico" , quien al escucharla, se puso a bailar, siendo animado por los presentes y recompensado por ello, con algunas monedas.
La melodía no lleva letra y solo en una parte se escucha un coro que dice "¡...Chiviri, viri, Chivirico uh...!, ¡...Chiviri, viri, chivirico ah...!, que por ser famosa en su tiempo, sonaba, en todas las casas que contaban con un medio radiofónico, de tal manera que al escucharse seguido, fue posicionando el mote de "Chivirico", al ciudadano en mención.
Chiviríco, sin duda es el referente práctico que invita a reflexionar respecto al que hacer diario, frente a eventos apocalípticos (para algunos), que se presentan en nuestros días; literalmente "El Mundo" -el periódico- se terminaba todos los días y en la mañana siguiente, había un "nuevo mundo" bajo el brazo, para emprender la jornada y caminar e ir voceando las buenas y malas noticias que podía contener el medio de información, en cada una de sus secciones, y que eran "nomás", un reflejo de la vida cotidiana.
La constante en la vida de Chivirico ha sido el andar en el oficio que ejerce; podrás verle descansando y platicando con alguien para apaciguar el sol y la calor, tan solo por unos momento para después seguir hasta que la tarde le invita a descansar de la jornada.
Federico Engls en su escrito "El Papel del Trabajo en la transformación del Mono en Hombre" (1876), hace énfasis en que el trabajo (físico) es; quién ha jugado un papel transformador en la evolución del hombre; "...El trabajo es la fuente de toda riqueza, afirman los especialistas en Economía política. Lo es, en efecto, a la par que la naturaleza, proveedora de los materiales que él convierte en riqueza. Pero el trabajo es muchísimo más que eso, es la condición básica y fundamental de toda la vida humana; y lo es en tal grado que, hasta cierto punto, debemos decir que el trabajo ha creado al propio hombre..." La riqueza referida es en todos los sentidos la económica, de tal forma que primero el trabajo (físico), luego el sonido articulado (la palabra), fueron creando las condiciones necesarias para que el cerebro evolucionara y con éste se desarrollara el organismo primario del hombre, hasta el ser que hoy día anda erguido.
Luego entonces, la verdadera transformación del hombre y en consecuencia de la sociedad, se encuentra en el trabajo (el trabajo físico que se puede acuñar como oficio). Son los ciudadanos y su oficio, quienes provocan la riqueza económica, el crecimiento, desarrollo y evolución de su entorno, como reitera Federico Engels; “…lo único que pueden hacer los animales es utilizar la naturaleza exterior y modificarla por el mero hecho de su presencia en ella.
El hombre, en cambio, modifica la naturaleza y la obliga así a servirle, la domina. Y ésta es, en última instancia, la diferencia esencial que existe entre el hombre y los demás animales, diferencia que, una vez más, viene a ser efecto del trabajo…”
Así como "Chivirico", muchos ciudadanos emprenden su jornada diaria, desde la aurora hasta el alba, amén de las contingencias sanitarias, de seguridad, económicas, sociales, etc., en busca del sustento que les permita tener algo en la mesa para comer y ofrecer mejores condiciones de vida a su familia, siendo en éste sentido, el activo más grande de los pueblos con un baile interminable, el oficio en el que se trabaja; creando pasos acordes al son o la melodía que más le guste interpretar en el escenario de la vida; a cambio de riqueza (moneditas), para subsistir.
Y mientras el mundo no se acabe…. ¡a bailar (trabajar en el oficio)!, ¡…que el mundo, algún día se ha de acabar…!
¡...Chiviri, viri, Chivirico...! Uh.... ¡...Chiviri, viri, Chivirico...! ¡...Ah...!.








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